domingo, mayo 11, 2014

CUESTIÓN DE MOTIVACIÓN…

Una colaboración más para La Verdad y un tanto complicada en esta ocasión. Digo que es un poco complicada porque definir la derrota del Ucam Murcia en su pista frente al Iberostar Tenerife es bastante difícil, al menos para mi. 
Decir simplemente que el equipo de Alejandro Martínez fue mejor y estuvo más acertado es demasiado fácil. A los de Marcelo Nicola, con bajas importantes sea todo dicho, se les vio poca actitud defensiva y una desgana general que alguno podría confundir con la desidia. En mi caso, no me atrevo a llegar tan lejos porque a mi me ha tocado vivir alguna situación similar y entiendo lo difícil y complicado que puede llegar a ser este final de competición. 
De todas formas es un buen momento para sopesar muchas cosas de cara a la próxima temporada, y eso también lo tendrían que entender los protagonistas principales de ésta película, los jugadores. 
Esto es lo que mañana debe salir en la edición escrita de La Verdad, una colaboración más bien corta y creo que muy fácil de entender.

Empezar este comentario cuestionando el interés o las ganas puestas por los locales para sacar este partido adelante, me parecería poco afortunado por mi parte. El haber vivido situaciones similares en mi etapa como entrenador profesional seguramente me dé una perspectiva muy diferente a la de aquellos que silbaron al equipo en la recta final del partido frente al Iberostar Tenerife
Los de Marcelo Nicola con algunas bajas importantes nunca dieron la impresión de tener la suficiente concentración, y si me apuras motivación, para afrontar uno de esos partidos en los que ninguno de los dos se juega nada y solo les queda pensar en aspectos de profesionalidad y de futuro.
En eso el equipo que dirige Alejandro Martínez tenía las ideas mucho más claras. En el inicio de los visitantes, el mejor era el griego Fotis Lampropoulos, que jugaba su primer partido esta temporada tras lesionarse en pretemporada, y en los locales el mejor, con mucha diferencia, era Víctor Arteaga, que sabía aprovechar muy bien su oportunidad. Los amarillos se ponían por delante y la fluidez de su juego les permitía imponer su ritmo y estilo de juego.
Nemanja Radovic mejoró sus prestaciones ayudando más al equipo cerca de la canasta, ayudando en el rebote y tirando menos de tres puntos, pero solo encontró la escasa colaboración de un Dwayne Davis, individualista y acertado a la vez, y del joven pívot Arteaga, que lejos de relajarse seguía a lo suyo poniendo interés en cada acción. Con la entrada de Servera en la dirección de los locales y la suma ofensiva de Richotti, Carl English y Kickert por los visitantes, el partido empezaba a romperse al llegar al descanso.
Tras el descanso la defensa de los locales, en esa zona de ajustes que lleva tiempo usando, no encontraba la forma de controlar el juego del Iberostar Canarias y los de Tenerife seguían rotando a casi todos sus hombres, siempre en defensa individual, para ir abriendo las diferencias de forma progresiva y constante, apoyados en Luke Sikma que se sumaba a las aportaciones de Daniel Kickert y Richotti. Las diferencias en el juego y en el marcador empezaban a ser importantes y los de Nicola parecían no enterarse.
La recta final no cambió nada o casi nada. Rodrigo San Miguel intentó mejorar sus prestaciones y Scott Wood pudo encadenar tres triples seguidos y ponerse dos veces a solo diez puntos, pero resultó escaso y Luke Sikma más la combinación de Lampropoulos-Kickert fueron suficientes para coartar toda las intentonas locales por acercarse. Orupke volvió a ser olvidado por completo en el banquillo a pesar de las múltiples bajas interiores y Sergio Sánchez desapareció de la rotación en beneficio de Servera, aspectos poco comprensibles a estas alturas y en estas circunstancias.

Se me antoja, desde la distancia y la tranquilidad que da verlo desde la grada, un final poco o muy poco apetecible para un equipo que debería disfrutar del juego y de tener su futuro solucionado desde hace algún tiempo. 

Hasta el último punto y aparte lo enviado al diario, podría escribir de muchos otros detalles del juego y de lo que me pareció la actitud y el baloncesto de nuestro Ucam Murcia, no vale la pena, creo que independientemente de las bajas de Antelo, Lima y Ben Romdhane, a los de Nicola le sobraban argumentos en forma de efectivos para afrontar este partido frente a un rival de un corte muy similar y que además de no hacer una buena segunda vuelta venía con la intención de ver a toda su rotación, incluido el griego Fotis Lampropoulos que volvía al juego tras estar toda la temporada parado por lesión. 
A mi me gusta el baloncesto que hace Alejandro Martínez con su equipo, ideas muy sencillas y conceptos claros para divertirse y divertir a los que los ven jugar, han hecho una primera vuelta extraordinaria cuando contaban con Blagota Sekulic y lograron meterse en la Copa del Rey cuando nadie contaba con ellos, ahora y tras esta victoria pueden terminar la temporada con más victorias. Lo de nuestro Ucam Murcia, salvada la temporada hace unas semanas, es otra historia. ¿No les parece?
Todas las imágenes de esta entrada son de la edición digital de La Verdad de hoy domingo.

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