Para mi, al menos, ha sido un fin de semana lleno de emociones. Por un lado me había quedado fuera de la carrera que quería correr hace algunos meses, y el sábado ya se notaba en las calles de Murcia el ambiente previo a la maratón del domingo, no me rindo si mi cuerpo me deja. Aunque seguramente lo que quiera mi mente no va en consonancia con lo que realmente puede mi cuerpo. Mañana tengo consulta con el trauma y espero tener claro que es lo que me pasa en ese pie que me duele un día y otro también desde hace casi dos meses.
Después de los 10 kilómetros de hace un par de semanas, decidí no volver a correr hasta no saber el porqué de las molestias que tengo y espero mañana salir de dudas de una vez. Encima, para hurgar más en la herida, ayer también era el maratón de Nueva York, donde además corrieron algunos amigos, y ese es un sueño que antes veía como posible antes de cumplir los sesenta y ahora ya no lo tengo tan claro. Pues como ya dije hace unos días, no me rindo.
En la noche del sábado domingo y recordando viejos tiempos volví a ver un partido entero de la NBA, y eso que ahora duran mucho más. Charlotte Hornets frente a Memphis fue el elegido por Nachete, mi sobrino que está en plena ebullición del minibasket y quería estrenarse con un partido en directo. Como en su casa no estaban por la labor, me tocó a mi ser el padrino de tan importante estreno.
La verdad es que esta NBA no se parece en casi nada a la que veía con tanta frecuencia cuando tenía entre los 18 y los 26 años en Tenerife, gracias a los vídeos que alguno de mis amigos compraba a una empresa que los enviaba a Europa después de pasarlos al sistema europeo. Eran otra historia, eran tiempos de Kareem Abdul Jabbar, Pete Maravich, John Lucas, Jack Sikma o Julius Erving, de la defensa de Bobby Jones o del impresionante Bill Walton. Encima muy pronto, en la entrada de los 80, llegaron Larry Bird y Magic Johnson, que NBA, que baloncesto, recuerdos...
Pocos puntos, 69 a 71, con Marc Gasol como mejor anotador y partido que no se pareció en nada a los últimos que recuerdo. Faltas técnicas por defensa ilegal y algunas mandarinas de categoría.
Creo que el último partido entero que había visto fue en directo y en Miami, y de eso hace ya casi diez años. Por cierto que vaya "mormo", por no decir otra cosa, con la retransmisión de Loncar y compañía.
El domingo y con la televisión como nexo en común con el baloncesto, seguimiento del partido del Ucam Murcia en Zaragoza frente al CAI.
Si hasta ayer todo lo que había visto, no vi la derrota en Bilbao, había estado en una nota media por encima del notable, lo de ayer no pasa de un suspenso en toda regla. En el primer cuarto los de Joaquín Ruiz Lorente pasaron por encima del equipo de Diego Ocampo y de su floja defensa de equipo. Neto no aportó los puntos que el equipo necesitaba ante la baja de Bamforth y los interiores no pudieron casi nunca con la combinación interior formada por Jelovac, Landry y Katic. Pedro Llompart dominó el tiempo del partido en cada momento y solo la rotación local del segundo cuarto permitió al Ucam llegar vivo al descanso, 39 a 35.
En el tercer cuarto se volvió a caer en los mismos errores defensivos del inicio y los puntos de Robinson junto al dominio del rebote volvieron a poner distancia por medio, 65 a 49 y casi todo decidido. Scott Wood, aún siendo el mejor anotador visitante con 15 puntos, abusó del tiro de tres puntos, 4 de 12, y el resto de exteriores apenas aportó casi nada. Al final 82 a 63 para los locales que sumaron su primer triunfo en casa tras dos victorias a domicilio.
El próximo domingo a las 12,30 horas el Tuenti Estudiantes visita Murcia después de ganar en casa al Fuenlabrada con buen partido de sus nacionales Javi Salgado, Nacho Martín y Xavi Rabaseda, junto a Fede Van Lacke.
Es importante que la línea mostrada hasta ésta última jornada, la del partido de Zaragoza es un toque de atención muy importante, debe ser la que el equipo debe mostrar en casa y fuera si quiere sumar victorias, jugar desde una defensa sólida les permite jugar un baloncesto más equilibrado y sin tener que depender de actuaciones individuales.
Termino esta entrada con un vídeo del último comercial de Nike para Lebron James en su vuelta a Cleveland, fantástico este Together...Juntos.
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